lunes, 22 de diciembre de 2008

Odio hacia los “Predicadores de la muerte”

A continuación encontrarás uno de los ensayos escritos por Hernán Ovidio Cadavid Ramírez...

XIX
Odio hacia los “Predicadores de la muerte”

Malditos sean, en nombre de todos los hombres, los Predicadores de la muerte. Cada vez es mayor el odio hacia esta clase de insectos polinizadores de malos sentimientos como la compasión, el temor a una mentira y la negación de sí mismos. Cada cual debe solucionar sus problemas por sus propios medios y el Superhombre no tiene por qué pagar las consecuencias de las acciones de los Predicadores de la muerte o de la chusma. Se tratan de hacer los donosos, son tan sólo los bufones de un rey que nunca ríe, son los payasos de la gran fiesta: la fiesta del funeral de Dios. Ellos nos hacen reír con todos sus ritualismos estúpidos, creen encontrarse con Dios, creen que todos los escuchan y no se dan cuenta de que sus celebraciones son realizadas sobre grandes lápidas, donde está esta la inscripción: «Aquí yace el sentimiento nunca logrado, sentimiento divino y falso que destruyó parte de la historia del hombre». El Superhombre ríe a carcajadas que pocos escuchan . nadie oye ni mucho menos escucha, nadie ve, nadie entiende, porque hay algo que los distrae un poco, un olor putrefacto, asqueroso, no se dan cuenta que están sobre el “Sepulcrum Dei” .
Esto cada vez apesta más a teólogo. El Superhombre cree tener la razón y es así, tiene su propia verdad, inmutable e intransferible... Los Predicadores de la muerte bloquean la capacidad intelectual de todo hombre que se acerca a ellos; sus enseñanzas mortuorias son revestidas de vida, son tan sólo «sepulcros blanqueados que por dentro están llenos de podredumbre». Sus enseñanzas, si es que a eso se le puede llamar enseñanza, o más bien, sus mentiras, están basadas en otras mentiras.

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