jueves, 6 de diciembre de 2012

Alexander Lowen



El conocimiento de sí mismo o el sentido de identidad son dependientes de la capacidad de decir "¡No!". La aserción del No separa al individuo de su ambiente y afirma su individualidad, respecto de los demás. La persona que puede decir "no"  puede decir "sí". La persona que no puede decir "no" es sumisa y resentida. La habilidad de decir "no" depende de estar libre en nuestro interior de refrenamientos o de tensiones musculares crónicas. Cada tensión muscular crónica es una limitación en la autoafirmación y del conocimiento de sí mismo. Estos conceptos se exploran más exhaustivamente en mi libro, La Traición del Cuerpo.

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